La gran duda: ¿azúcar moreno, azúcar blanco o panela?

Durante mucho tiempo hemos estado leyendo artículos como éste en contra de cualquier producto blanco (harina, azúcar refinada, sal, etc). Y durante mucho tiempo nos decantamos, al leer dichos artículos, por sustituir en casa el azúcar blanco refinado por azúcar moreno o panela (la descubrimos viviendo en Colombia y nos encantaba hacernos aguapanela «calientita» 😉 las noches de invierno, y helada en tardes calurosas).

Comentando todo esto con amigos que son tecnólogos de alimentos y con nuestras madres, que ahora son fan de youtube y nos buscan toda la info necesaria, descubrimos algunos blogs (como los que os comentábamos aquí) que nos fueron sacando de dudas. Sacando en claro que la panela, el azúcar de caña, las melazas, mieles, siropes, etc., son más de lo mismo: azúcar al fin y al cabo. Es más, la cantidad de minerales o vitaminas que puedan aportar son ínfimas en comparación con su efecto dañino para el organismo.

En este artículo desmontan mitos tales como que NO es necesaria para que el cerebro funcione, NO pone a los niños como una moto, etc.

Y os recomendamos fervientemente este artículo sobre las diferencias entre azúcares (el primero de una serie de 4, que hablan sobre miel, siropes, estevia y otros edulcorantes artificiales), y del cual os copiamos las conclusiones:

No hay diferencias nutricionales relevantes entre el azúcar blanco y el azúcar moreno. Ambos son «azúcar libre» y su consumo según la Organización Mundial de la Salud ha de minimizarse.

Sustituir el azúcar blanco por azúcar moreno perpetúa el problema y, en algunos casos, lo sobredimensiona porque consumimos más, ya que tiene menor poder edulcorante y además es fácil caer en el error de creer que es un sustituto saludable. Si queremos vitaminas y minerales, no los busquemos en el azúcar.

– La elección saludable y el esfuerzo que deberíamos hacer, si realmente queremos plantarle cara al problema, es endulzar cada vez menos todo lo que consumimos y comer más productos frescos y menos ultraprocesados, que son los que más azúcar añadido contienen. Si lo logramos, obtendremos una recompensa realmente valiosa: descubrir el auténtico sabor de los alimentos.

– ¿Quieres endulzar tus postres de una manera más sana? ¡Prueba con dátiles o frutos parecidos!

** Otra cosa que aprendimos es que es mejor comer alimentos integrales (arroz, pan, harinas,…) porque, según Aitor Sánchez en este artículo, son «más completos, incluyen el germen y el salvado, lo que provoca mejor salud intestinal y más saciedad, con la consiguiente mejora en prevención de sobrepeso o manejo de diabetes”.

 

 

 

 

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